La
comunidad de San Miguel Arcángel celebró su
fiesta patronal el pasado 29 de Setiembre, durante la novena se estuvo
reflexionando sobre el Matrimonio y la Familia.
La
celebración de la fiesta patronal arrancó desde muy temprano, a las 05:30 con
la serenata al santo patrono, toque de campanas y suelta de bombas, a partir de
las 06:00 hubo misas a cada hora hasta las 11:00, por la mañana y luego por la
tarde a las 14:30 los niños de la comunidad compartieron una chocolatada y luego, nuevamente, misas a
las 18:00, 19:00 y 20:00.
Los
actos centrales empezaron con la procesión a las 15:30. Fue encabezada por el Nuncio Apostólico Monseñor
Eliseo Ariotti, quien luego presidió La Misa central. El recorrido fue por las
calles 22 de Setiembre, José Asunción Flores, General Santos y Teodoro S.
Mongelós. Los alumnos del colegio parroquial acompañaron la procesión con el sonido
de la bandalisa.
En la
misa central que se celebró a las 16:30, el nuncio instó a defender la vida y
no banalizarla. El representante del Papa recordó que la patria proclama el
derecho a la vida para toda persona desde su misma concepción. En su homilía
destacó la misión de San Miguel, que significa ¿Quién como Dios? Agregó que él
es defensor de los derechos divinos y el protector del pueblo de Dios y de la
Iglesia contra todo mal. También refiriéndose a la vida dijo de la misma que es
maravillosa, que es espléndida. “La vida que con todos los avatares que tenemos
vale la pena vivir”, resaltó. El Nuncio indicó
que desde la perspectiva de Jesús vemos que la vida es un regalo, un regalo
inmerecido; nadie se ganó la vida, la recibimos y la recibimos como espléndida
riqueza que debe cuidarse y cultivarse. Decía: “Si a veces vivimos momentos
alarmantes, es porque descuidamos la vida, la banalizamos, la exponemos y hasta
la destruimos. Hechos que en nuestra vida parecen ir creciendo como la
banalización del amor reducido a intensas emociones pasajeras, la fragmentación
de la familia, santuario de la vida”.
Invitó
a los presentes a pedirle a Jesús que ilumine con la verdad nuestra
inteligencia, que se curen nuestras voluntades para optar siempre por la vida.
Para cuidar, promover, defender toda vida; sobre todo la más frágil, la más
indefensa. Exhortó a amar mucho a la familia. “Pídanle por sus compañeros de
escuela, por sus maestras, pídanle por nuestra patria. Pídanle mucho a Jesús
por todos los chicos que sufren y que están en distintas necesidades, pídanle
tener un corazón que ame”, concluyó.
Luego
de la última función religiosa se realizó la kermés en un clima familiar y
concluyó con la tradicional rifa y los fuegos artificiales. Una verdadera
fiesta enriquecida por los miles de peregrinos que además de la gente de la
comunidad parroquial enriquecieron la jornada con su fe sencilla y popular.
Osvaldo
Ortellado
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