Los cooperadores Guanellianos como asociación, hacen propio el carisma, la espiritualidad y la misión del Beato Luis Guanella. Son la tercera rama de esta gran familia Guanelliana, su labor es importante y se organizan en grupos que trabajan con seriedad y empeño.
En la Parroquia San Miguel Arcángel los cooperadores Guanellianos realizan almuerzos cáritas periódicamente, donde los beneficiados son más de 200 personas, de escasos recursos, en cuyo núcleo familiar existen ancianos y niños por lo cual se prioriza la asistencia a los mismos. Esta actividad se lleva a cabo gracias a la generosidad y al esfuerzo de personas solidarias.
Un día a la semana los miembros del grupo se encargan de la liturgia y de rezar la coronilla a la Madre de la Divina Providencia con meditaciones de Don Guanella, de esta forma no sólo crecen espiritualmente, sino que expanden las devociones guanellianas.
El grupo cuenta con una formación continua y el acompañamiento del Cura Párroco, quien sigue de cerca todos los emprendimientos que se realizan para promover la caridad misericordiosa.
Encuentro de cooperadores guanellianos Un día a la semana los miembros del grupo se encargan de la liturgia y de rezar la coronilla a la Madre de la Divina Providencia con meditaciones de Don Guanella, de esta forma no sólo crecen espiritualmente, sino que expanden las devociones guanellianas.
El grupo cuenta con una formación continua y el acompañamiento del Cura Párroco, quien sigue de cerca todos los emprendimientos que se realizan para promover la caridad misericordiosa.
El sábado 3 de junio se reunieron en San Miguel, numerosos laicos cooperadores que se identifican con el carisma y la espiritualidad de Don Guanella, provenientes de nuestras comunidades de La Piedad, San Miguel y Caaguazú, y de las comunidades de las Hijas de Santa María de la Providencia de Santa Rosa y del Oasis. El P. Eladio Adorno SdC y P. Hernán Latín SdC ofrecieron a los participantes un momento de formación que llevó por lema “Ser un hombre de Iglesia en el corazón del mundo y un hombre del mundo en el corazón de la Iglesia”. Durante dicha jornada se vivieron alegres momentos de fraternidad que ayudaron a vivir el espíritu de familia, tan querido por Don Luis y se tomaron algunas decisiones importantes para continuar el camino de crecimiento en esta vocación bautismal para una santidad laical guanelliana.
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