Hemos
realizado en la Piedad, durante los días 19 y 20 de mayo, el retiro Proyecto de
Vida para ofrecerles a algunos jóvenes de nuestras comunidades la oportunidad
de reflexionar más profundamente acerca de la vocación al que Dios nos llama.
Se vivieron momentos de oración, y reflexión entre los jóvenes provenientes de
la parroquia La Piedad (Asunción), San Francisco de Asís (Caaguazú) y de la
Candelaria (Areguá).
El retiro se llevo a cabo con la ayuda del Padre Sebastián, Padre Eladio Méndez, seminaristas de la obra y algunos jóvenes de la Parroquia San Miguel. Durante el retiro se tocaron temas importantes en la vida de todo joven, el tema central fue de unir nuestros planes, proyectos y sueños a Dios, ya que solo cuando encontramos al Dios vivo en Jesucristo aprendemos lo que es la vida y como vivirla desde nuestra fe. Los temas dejaban una enseñanza muy valiosa para reflexionar y plantearse sobre la opción fundamental de la propia vida. Fue una experiencia de encuentro con el Señor, de descubrimiento de la vida como Don de Dios, y también de nuestra misión en la Iglesia.
“La felicidad que buscan, la felicidad a la que tienen derecho, tiene un nombre, un rostro: es Jesús de Nazareth” (Benedicto XVI).
Se culmino con la Santa Misa y el propósito de continuar discerniendo, y sobre todo, de dejarse ayudar por la gracia del Señor para responder al llamado que Él suscita en cada uno.
Alda Rotela
El retiro se llevo a cabo con la ayuda del Padre Sebastián, Padre Eladio Méndez, seminaristas de la obra y algunos jóvenes de la Parroquia San Miguel. Durante el retiro se tocaron temas importantes en la vida de todo joven, el tema central fue de unir nuestros planes, proyectos y sueños a Dios, ya que solo cuando encontramos al Dios vivo en Jesucristo aprendemos lo que es la vida y como vivirla desde nuestra fe. Los temas dejaban una enseñanza muy valiosa para reflexionar y plantearse sobre la opción fundamental de la propia vida. Fue una experiencia de encuentro con el Señor, de descubrimiento de la vida como Don de Dios, y también de nuestra misión en la Iglesia.
“La felicidad que buscan, la felicidad a la que tienen derecho, tiene un nombre, un rostro: es Jesús de Nazareth” (Benedicto XVI).
Se culmino con la Santa Misa y el propósito de continuar discerniendo, y sobre todo, de dejarse ayudar por la gracia del Señor para responder al llamado que Él suscita en cada uno.
Alda Rotela
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