martes, 18 de septiembre de 2012

Misión en Caaguazú





  Con motivo de la Ordenación de Antonio, se decidió realizar una misión en Caaguazú para sensibilizar el territorio a dicho evento.
            Para ello, nos convocamos el Domingo 5 de Agosto, para vivir un momento de oración y la Misa de envío, dando vida a un buen grupo de misioneros que estuvo formado por el P. Eladio Méndez, el P. Matías Bentos y el P. Sebastián; las hermanas guanellianas Sor Agustina, Sor Cristina, Sor Nimia y Sor Francisca; los hermanos religiosos Felix, Gastón, Luis, Juan Carlos y Arlindo; los seminaristas de La Piedad y las postulantes que están en el Oasis; y también algunos Cooperadores. Se formó una linda comunidad que dividida en dos grupos se preocupó de visitar las casas y los colegios de los barrios de Arroyo Morotí, 1º de Mayo, y la Parroquia centro.
            Fueron días de gran fraternidad donde disfrutamos la simplicidad, la calidez y la hospitalidad de quienes nos abrían las puertas de su casa y también de las Instituciones educativas. Con gran alegría recibían la noticia de que un vecino suyo sería ordenado sacerdote y se convertía en un momento oportuno para dar gracias a Dios y también para suplicarle, no sólo para que continúe llamando a muchos jóvenes, sino para que éstos, con audacia y valentía, decidan seguirlo por el camino de la vida consagrada y sacerdotal.
            Sin duda encontramos fatigas durante aquellos días, pero fueron más que sobrellevadas gracias al compartir fraterno y a la alegría de comunicar la Buena Noticia. No sólo encontramos a las familias, a los ancianos y a los niños, también encontramos a numerosos jóvenes que ávidos por buscar sentido a sus vidas, seguían con atención las propuestas de reflexión, oración y animación que les proponíamos al visitarlos en sus colegios. Fue un momento de siembra. Sentimos de haber esparcido la semilla de la vocación con entusiasmo, deseando que la ordenación de Antonio se convierta en un evento de gracia que siga suscitando nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas en el territorio.
            Cada jornada concluía con la Celebración de la Santa Misa precedida por un momento de oración y cantos y la oportunidad de confesarse para aquellos que lo deseaban. La comunidad respondió participando activamente. El lunes y martes en las capillas Medalla Milagrosa de Arroyo Morotí y San José de 1º de Mayo; y desde el miércoles al viernes en la Parroquia San Francisco.
            La misión se coronó con el evento ansiado: La Ordenación sacerdotal de Antonio el día sábado con una masiva presencia de la comunidad y la celebración de su Primera Misa presidida en la Capilla de su barrio. Una hermosa fiesta que nos concedió “reavivar el don que hemos recibido”.
            Agradecemos de corazón a todas las familias que generosamente nos hospedaron durante aquellos días y que nos ofrecieron tantas atenciones para que nos encontráramos a gusto. También a los cohermanos de la comunidad de Caaguazú que se prodigaron para que todo saliera bien y a los misioneros que dieron lo mejor de sí para hacer posible esta misión.
            Agradecemos a Dios, por permitirnos ser instrumentos de su Providencia, y en especial, agradecemos al novelo P. Antonio, porque diciéndole SI al Señor nos permitió vivir estos momentos tan agradables.
            Nos comprometemos a acompañarlo con nuestra oración para que el Señor continúe en él la obra que comenzó y le conceda un fecundo ministerio a favor de quien le encomendará.

P. Sebastián Bente Sd

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