Vivimos momentos de gracia y damos gracias a Dios por tan maravillosos acontecimientos. Durante la festividad mariana de Caacupé, por el mes de diciembre, estuvimos manteniendo el orden y la limpieza del Santuario, la casa de nuestra Madre. Así con la ayuda de
También participamos en la realización de un sencillo voluntariado planeado por el grupo juvenil. Esto consistió en compartir con los abuelitos y abuelitas de los hogares de ancianos: “
De esta manera nos hemos encontrado como familia guanelliana, y hemos vivido maravillosos momentos en donde aprendimos a valorar y a comprender la vida y la necesidad de la persona en la etapa de la vejez. Reconocemos que el rezo del rosario y la celebración Eucarística con los ancianos fueron nuestro manantial de gracia, aquello que nos permitió entregar nuestra espiritualidad a los más necesitados.
¡El secreto de perseverar en el carisma guanelliano se encuentra en practicar las enseñanzas de nuestro padre Fundador!
Rocío Fernández
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