miércoles, 6 de mayo de 2015

Mensaje del Padre Eladio Adorno SdC por los 75 años de presencia Guanelliana en Paraguay

Recién ordenado sacerdote, 23 de enero del 1993, lo primero que pensé era que había llegado la hora de trabajar por el Reino de Dios y devolver de alguna manera todo lo que , hasta ese momento, me había regalado la congregación , lo quería empezar ya, pero como decía nuestro fundador “ la hora de la providencia aun no había llegado” . Estuve esperando esa hora por un año en la comunidad de Villa Madero hasta que por fin llega la Obediencia, “ir a abrir una nueva comunidad religiosa en Caaguazú” y esto se concretizo un 6 de enero de 1994. Caaguazú, ¡qué gran desafío para un sacerdote joven!, tierra de misión y de mucho acercamiento hacia los más pobres , los niños y jóvenes pero especialmente de mucha necesidad de una presencia sacerdotal en donde por 7 años me entregue al servicio de la pastoral juvenil y vocacional que dieron frutos abundantes para la congregación y para las familias. Durante esos años aprendí a ser formador, docente, acompañante de grupos y de las familias carenciadas del lugar y los últimos dos años, Párroco de la nueva parroquia de San Francisco de Asís. Agradezco a Dios y a nuestro Santo fundador por permitirme hacer un poco de bien en esa nueva fundación y, especialmente, a todas aquellas personas que desde el inicio me han acompañado en esta difícil pero hermosa misión. No puedo no mencionar a los grandes sacerdotes que me han acompañado en esta hermosa aventura, P. José Giannini, P. Mario Gambuti y P. Alberto Vera! Gracias Caaguazú los llevare siempre en mi corazón! Después de estos de trabajo en el apostolado me llega una nueva obediencia: Argentina, fueron otros 7 años también de mucho trabajo como párroco, animador espiritual y por un tiempo superior de la comunidad de Tapiales. En el 2008 la Obediencia me encomienda una nueva misión (Asunción), Parroquia San Miguel, como párroco y superior de la Comunidad, ¡qué gran alegría sentí al saber que estaría cerca de mi familia y amigos de infancia! pero especialmente la oportunidad de poder trabajar en esa comunidad donde tuve mi primer contacto con la Congregación y donde me ordene sacerdote. Fueron 5 años de trabajos a nivel de Parroquia y escuela donde junto, con la comunidad religiosa hemos logrado progresos en todo orden. Lo que más nos hizo sentir comunidad fue la construcción de la Capilla de Adoración, la compra en Roma de la Campana Electrónica. A nivel escuela, logramos la apertura de la parte técnica, la organización de las olimpiadas y la participación en los desfiles estudiantiles con banaliza propia y Chiroleras con alumnas del Colegio. Muchas cosas podría decir de la comunidad de San Miguel pero, sencillamente, quiero resaltar el gran compromiso que tienen los grupos y la gran alegría que ponen en todo lo que hacen y sobre todo el gran amor y respeto que tienen hacia sus sacerdotes sin importar quién es ni de dónde es. Gracias comunidad de San Miguel por permitirme compartir con ustedes estos cinco años de mi vida sacerdotal donde he aprendido y he madurado mucho como sacerdote. ¡Qué Dios y nuestro Santo Fundador derramen sobre ustedes abundantes bendiciones en estos 75 años de presencia en esa comunidad!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario