Movimiento Juvenil Guanelliano

Quisiera presentarme antes de compartir lo que vivimos con los jóvenes guanellianos en nuestro primer encuentro de responsables, animadores y el secretariado juvenil, Soy Padre Roberto o “Piqui” como muchos me conocen; y desde hace cuatro meses estoy en la Piedad, entre otras actividades también acompañando al Movimiento Juvenil Guanelliano. El pasado 12 de mayo, pudimos encontrarnos los integrantes del secretariado juvenil, algunos coordinadores de los grupos guanelianos, las hermanas guanellianas de la comunidad de Caacupé y yo, que fui acompañado por dos jóvenes que están en la comunidad de discernimiento en el seminario Felix Frontini. La idea principal de este primer encuentro fue para conocernos y plantearnos la situación actual de nuestros grupos juveniles, a partir de las distintas realidades. Nos reunimos con el firme compromiso de seguir creciendo como jóvenes guanellianos y con ello recuperar y revitalizar el espacio de los jóvenes de nuestras parroquias y comunidades donde sigue encendida la llama de la caridad, como juventud guanelliana. Nos dimos cuenta que este espacio sigue siendo reclamado por tantos jóvenes que buscan hacer “hacer un poco de bien” dando “Pan y Señor” en las comunidades; por eso asumimos un compromiso: Retomar con entusiasmo la huella que dejaron tantos jóvenes guanellianos- hoy casados y realizados en la vida- que hicieron del Movimiento Juvenil Guanellianos de Paraguay, modelo y ejemplo para los grupos juveniles guanellianos de otras naciones. Por lo que nos propusimos comenzar concretamente a sostenernos, sobre todo en las dificultades que se viven hoy en día; porque las realidades de nuestros grupos juveniles son diversas. Solo para poner un ejemplo muy recurrente en los distintos grupos, es la falta de acompañamiento de parte de los religiosos guanellianos, una preocupación que se hizo notar en todos. También las distancias entre los grupos juveniles, lo que dificulta una mayor disponibilidad y unidad entre los jóvenes. Obviamente, que a pesar de estas dificultades, somos optimistas y apostamos por un futuro de muchos frutos… eso sí, costara sus gotas de sangre.. pero todo se puede en sacrificio, perseverancia y oración… Sí, asi como nos enseña Don Guanella, siguiendo el programa de vida que el nos propone “Orar y Sufrir” También fue importante la programación que comenzamos a vislumbrar para este segundo semestre y el próximo año. La primera propuesta y creo la más emprendedora, será un encuentro nacional a fines de octubre, así también, nos propusimos a organizar el retiro Proyecto de Vida, los voluntariados y hasta una misión guanelliana en enero del próximo año, y encuentros de formación y oración entre las comunidades más cercanas. Bueno creo que a grandes rasgos les presente algunas de nuestras propuestas, agradezco a Dios por estos jóvenes que se siguen jugando por Jesús al estilo guanelliano y que quieren ser “los buenos samaritanos” del evangelio.. Ayudémosle!! Y que nuestra Madre de la Divina Providencia, nos siga amparando y que suscite corazones generosos para poder llevar esta obra de bien con “un amor dulce y delicado al prójimo, porque es el más bello regalo que nos puede hacer Dios”. Un abrazo grande en Cristo Jesús y bendiciones.