sábado, 12 de mayo de 2012

ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL P. MATÍAS




“Mientras caminaba junto del mar de Galilea…” (Mt 4, 18)

            A unos pocos meses de vida sacerdotal y por pedido de un padre, hermano y amigo quiero compartir con ustedes la alegría de esta llamada que el Señor me ha hecho. La frase elegida para mi ordenación sacerdotal fue justamente esta: “Mientras caminaba junto al mar de Galilea…” del evangelio de Mateo 4, 18. Es la frase que más me ha acompañado durante mi camino de preparación al Sacerdocio. Durante toda mi vida he sentido la presencia de este Dios que caminaba junto al mar de mi vida, cuando yo creía en él pero aun no me descubría llamado a seguirlo sino hasta que en mi temprana juventud Él me habló más claramente y me invitó a seguirlo. Después de diez años de formación llegó el día tan esperado, la entrega total de mi vida, de mi ser consagrado.    
            El 17 de Diciembre del 2011 fui ordenado sacerdote de Cristo en la Iglesia de Ntra. Sra. del Tránsito, en Santa Fe, Argentina. Desde ese día voy descubriendo que nuestro Dios continúa caminando junto al mar de mi vida, acompañándome y guiándome por el camino de la entrega. La experiencia más linda de estos dos meses creo, puedo decir, es justamente la de tenerlo entre mis manos en el momento de la consagración del pan y del vino, en ese momento el mismo Señor hace que por medio de mis manos y mis palabras el pan y el vino pasen a ser su Cuerpo y su Sangre. Otra hermosa experiencia es el poder reconciliar a los hombres y mujeres necesitados de Dios que se acercaron en este tiempo al sacramento de la Reconciliación. Allí descubro cada día el infinito amor que Dios nos tiene, me he dado cuenta en realidad de que Él nos espera para reconciliarnos, para darnos paz y perdón. Muchas veces han venido a confesarse pensando más en la gravedad del pecado, pero lo cierto es que debemos pensar más en la alegría que nuestro Dios siente cuando nos acercamos al sacerdote, ministro de Cristo, para confesarnos.
            No puedo dejar de recordar y agradecer al Señor por las personas que me han acompañado en este camino: Formadores, Superiores, cohermanos, cohermanas, tantos amigos que he ido descubriendo en distintas etapas y diversos lugares, y a cuantos desde la infancia y adolescencia continúan compartiendo conmigo la alegría de la amistad. A todos ellos un ¡GRACIAS de corazón!
            Luego de mi primer mes, el Señor por medio de mis Superiores, me ha enviado a la ciudad de Pergamino, en la Provincia de Buenos Aires. Aquí voy a desarrollar la función de animador espiritual del Colegio. Espero de todo corazón poder ser fiel a Dios y transmitir a todos la alegría de servir al Señor y poder acompañar a quienes me confiara en este camino hacia el encuentro con Él.
            Por último siento la necesidad de decirles que no tengan miedo de seguir al Señor, Él camina junto al mar de nuestra vida siempre, basta prestar un poquito de atención y vamos a descubrir que nos está llamando a seguirlo, no tengan miedo en dejar “las redes” y seguirlo, ¡vale la pena!
            Un abrazo grande en el Señor.
P. Matías Bentos SdC

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