
Hemos llevado una bandera con la foto de nuestro Beato con la inscripción: ¡SANTO SUBITO! (Santo enseguida) y el escudo de nosotros los Siervos de la Caridad, manifestando así el ardiente deseo de ver a nuestro Padre Fundador glorificado en los altares. Luego el Vicario de Cristo nos dirigió un especial saludo: “Saludo a los religiosos Siervos de la Caridad -Obra Don Guanella- y, en la inminencia de la fiesta de su Fundador, los aliento a trabajar en la Iglesia con generosa dedicación”. Fue un momento de mucha emoción que nos ha hecho sentir verdaderamente “confirmados en la fe” y nos ha suscitado el deseo de un renovado impulso misionero en la Iglesia, para el bien de la humanidad.
Queridos lectores, les enviamos cordiales saludos desde Roma en donde estamos continuando nuestra formación y aprovechamos para agradecerles sus oraciones por nuestra perseverancia y santidad. Imploramos sobre ustedes la bendición de Dios y, que la intercesión y el ejemplo del Beato Luis Guanella los acompañe siempre.
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